AYUNTAMIENTO DE SALAMANCA

La lectura es el descubrimiento de aquel secreto que perdemos y recuperamos incesantemente, en el fluir de las horas anodinas y exaltantes. Territorio ajeno como una calle poblada por gente desconocida, donde el lector de otras vidas y destinos experimenta el temblor mental de las sensaciones más inauditas...
Leer, no es inventar, sino descubrir.
...Al fin, no se trata de otra cosa sino de eso, de conocernos a nosotros mismos tal y como somos, no como querríamos ser. Dando por hecho que nuestra condición es una mezcla falta de equilibrio de diversas facultades, cualidades y taras. Por eso siempre estamos en lucha, sumidos en combates más o menos heroicos, más o menos ridículos.
La lectura no nos cura de la agitación interior, no establece falsas armonías, no procura un estado de gracia consolidado y duradero. Simplemente señala líneas de fractura, disonancias, alteraciones. Y ello porque la vida que se cuenta en los libros no admite la complacencia de un sueño de perfección.
Si las ficciones encuentran desde siempre su público es porque le hacen temblar con la compasión y el temor de vidas ajenas que podrían ser la suya. Esto constituye la verosimilitud de lo literarios, el poder de la literatura.